Alestra

Con frecuencia al enterarnos de casos donde la fuga de información o explotación de vulnerabilidades en ciberseguridad son el centro de atención, resuena una pregunta preocupante: ¿está nuestra información verdaderamente segura?

Con el acceso a los teléfonos inteligentes, computadoras portátiles y el Internet de las Cosas, la red se ha extendido a miles de millones de dispositivos. Si bien esto es bueno ya que más personas se conectan y comparten información, una de las desventajas es que se aumentan los puntos de conexión por los cuáles un virus o amenaza digital puede entrar.

Los firewalls forman parte de cualquier estrategia de seguridad de una empresa, ya que son uno de los primeros filtros que evitan la entrada de hackers y malware a nuestras redes. Sin embargo, estas aplicaciones tienen muchos elementos técnicos con los cuales no estamos familiarizados. Por esta razón, aquí te presentamos algunos de los conceptos básicos que te ayudarán a comprender cómo funcionan y de qué están compuestos.

La seguridad digital es una cuestión que concierne a empresas e individuos por igual. Existen múltiples riesgos que hemos discutido detalladamente en entradas anteriores de este blog. Pero al mismo tiempo que existen amenazas, también hay toda una serie de herramientas que nos ayudan a proteger nuestra infraestructura digital. Es aquí donde entran los conocidos Firewalls.

Las personas con experiencia en computación y ciberseguridad saben de la importancia de los firewalls. Junto con los antivirus y programas antimalware, forman parte de las herramientas que nos protegen de las amenazas que deambulan en el mundo digital. Si bien muchos conocen sobre estas herramientas, poco conocen la interesante historia y beneficios que tienen.