La diferencia entre software libre y “open source” es muy importante para los activistas de la Fundación del Software Libre. La dificultad para aclarar el término es más entendible cuando se le considera en inglés, “Free Software” que puede ser traducido como programas gratis, pero que se refiere a la libertad de ejecutar, estudiar, cambiar y distribuir copias de un software con o sin los cambios que el usuario decida hacerle.
Ellos argumentan que el software propietario (no libre) es una cárcel, citando ejemplos como el control que Apple ejerce sobre sus herramientas de desarrollo y distribución, siendo capaces de cortar acceso a ciertos usuarios o compañías sin explicación, como pasó recientemente con Epic Games.
La razón por la que objetan contra el uso del término “open source” es que este enfatiza una supuesta superioridad técnica del software modificable por sus usuarios, en vez de dar importancia a la libertad de poder modificarlo en sí misma. Para la Fundación, lo importante no es poder hacer el software técnicamente mejor que otros que sí son de propietarios, el hecho de poder modificarlo es en sí suficiente. “Free Software. Open Source. Si no hay diferente entre el uno o el otro ¿Importa el nombre que uses [para referirte a ellos]? Sí, porque palabras diferentes expresan ideas diferentes” dice Richard Stallman en un artículo para la Fundación, donde por sobre todo se busca que se valore la libertad intrínseca, oponiéndose a los ideales del software que controla a su usuario y no al revés.
Los beneficios y aspectos por cuidar al usar software libre
Recordemos que, al comprar un software, en realidad adquirimos una licencia para usarlo, atándola a numerosas reglas y restricciones silenciosas que en la mayoría de los casos el desarrollador no nos comunica explícitamente. El hecho de que no sea posible modificarlo para adecuarlo a nuestras necesidades específicas es una de ellas, por ejemplo.
Desde mediados de los años 80, grupos de programadores decidieron escribir programas bajo el paraguas del software libre que, como dijimos al principio, dieran la libertad de estudiarlos, ejecutarlos y modificarlos completamente sin necesidad de consultar o reportar al creador original de dicha pieza de software.
En esas primeras incursiones y hasta la fecha, se estipularon libertades que son angulares para que un software se pueda considerar verdaderamente libre, todas relacionadas más bien con el concepto de libertad que con aspectos técnicos del programa. La primera es la libertad de usar el programa para cualquier propósito, dándonos una garantía de privacidad que pocos en el mercado pueden presumir, pues ninguna entidad tendrá acceso a nuestra información mientras usemos un programa libre. Sin embargo, esto genera también ciertas áreas grises, pues vuelve a estas herramientas el campo perfecto para que, por ejemplo, cibercriminales puedan desarrollar actividades ilícitas sin regulación.
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El estudio y modificación del programa es la segunda regla, ligada necesariamente a que el código fuente del programa esté disponible al usuario. Este, en términos más simples, es lo que está detrás del programa mismo, permitiendo que alguien que sepa su lenguaje de programación pueda modificarlo, ya sea para personalizarlo, o para crear algo completamente diferente usándolo como base.
Finalmente, la última libertad, posiblemente la más importante, es el hecho de poder compartir el software con o sin cambios realizados por el mismo usuario, buscando un beneficio comunitario al escribir estos programas. El objetivo central no es lucrar o crear una compañía exitosa, el centro del software libre se preocupa simplemente con resolver alguna problemática, creando herramientas nuevas que puedan ser usadas libremente por las personas que decidan hacerlo.
Por supuesto que existen riesgos también al usar estos programas, en ocasiones algunos no tienen funciones antivirus o firewall, por lo que deben ser usados sin conexión a internet para evitar exponer nuestro equipo a amenazas externas. Otros más solo pueden ser habilitados por usuario experimentados y su uso por principiantes no es recomendado. Por lo tanto, es importante recalcar que, el hecho de que una pieza de software sea libre, no significa necesariamente que eso lo haga bueno o mejor (ahí la razón por la que el termino “open source” es despreciado) simplemente es importante saber que existen alternativas para los programas que tratan de venderse como los únicos en el mercado.
Lucrar con piezas de software o con nuestra experiencia tecnológica tiene varias aristas, un ejemplo, los proyectos que buscan el beneficio de la gran mayoría de la población que no tiene la posibilidad de adquirir estos programas de paga logrando beneficios desde todos los ángulos. Además, exponen muchas prácticas desleales que algunas grandes compañías tecnológicas realizan cotidianamente y que no tienen por qué ser aceptadas por los usuarios, las alternativas existen.
Fuentes:
https://www.gnu.org/philosophy/free-sw.es.html
https://www.gnu.org/philosophy/open-source-misses-the-point.html
https://www.gnu.org/proprietary/proprietary.html
https://rockcontent.com/es/blog/software-libre/