Cuando hablamos de transformación tecnológica, generalmente discutimos la adopción de nuevas infraestructuras e innovaciones que nos permiten realizar operaciones diarias de manera mucho más efectiva. Pero no siempre se habla del seguimiento continuo que se le tiene que dar a todas estas herramientas para que funcionen adecuadamente. Si no hay un seguimiento continuo del desempeño de estas aplicaciones, será difícil disfrutar del potencial que tienen. Por esta razón, es bastante importante el monitoreo de las TI.

El monitoreo consiste en la revisión y supervisión de todas las actividades que se realizan a través de la infraestructura y el ecosistema de una empresa. Gracias a este proceso se pueden identificar patrones de uso, compartimientos de la red, implementación de estrategias de aprovechamiento y revisión de amenazas cibernéticas; por solo mencionar algunas funciones. Este proceso puede ser bastante extensivo, ya que se supervisan múltiples partes de un sistema de TI para ver los puntos menos eficientes y trabajar en ellos. Afortunadamente, existen varios tipos de herramientas que nos ayudan a realizar diagnósticos y reportes para monitorear efectivamente nuestra red.

Los tres tipos de herramientas más importantes son:

• Herramientas de observación: Nos ayudan a supervisar la efectividad operacional del software, hardware y las distintas aplicaciones que se están utilizando.
• Herramientas analíticas: Una vez que se obtienen datos sobre el desempeño de los activos digitales, las aplicaciones nos ayudan a analizar la información para encontrar problemas y revisar cómo por qué están ocurriendo.
• Herramientas de engagement: Este último cúmulo de herramientas nos facilitan tomar acciones concisas con base a las observaciones y análisis que se han realizado con las herramientas anteriores.

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Además de tener herramientas que nos permiten supervisar nuestra red y dispositivos, también existen varias tareas que los encargados de monitoreo deben de realizar.

Monitoreo de desempeño: Este tipo de monitoreo revisa desempeño con el que operan tus servidores y activos digitales. Si un usuario experimenta un servicio lento, se realiza una evolución para verificar que todas las aplicaciones de tu red funcionen adecuadamente.

Monitoreo del sistema: Es el proceso con el cual se revisan los recursos y el desempeño de un dispositivo computacional. Se revisan dos secciones del software, donde se analiza si todas las herramientas digitales funcionan adecuadamente, y la de hardware, encargada de revisar en desempeño de las tarjetas madres, RAM, discos duros y todas las piezas físicas de una computadora ya que son propensas al deterioro con el paso del tiempo.

Monitoreo de usuario: Los usuarios generan muchas interacciones al usar aplicaciones y equipo dentro en un ecosistema digital. Un monitoreo del usuario permite observar el comportamiento de cada usuario para detectar problemas que tengan durante el uso de las herramientas con las cuales trabajan.

Monitoreo de seguridad: La detección de amenazas y ataques es fundamental para cualquier estrategia de ciberseguridad; por lo que el monitoreo enfocado a la protección de tus usuarios e información también es bastante importante. Muchas empresas tienen o contratan los servicios de Centros de Operaciones de Seguridad, donde hay un grupo de técnicos e ingenieros que se dedican a monitorear cualquier actividad sospechosa y tomar acciones para prevenir ataques cibernéticos.

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