La última vez que la economía mundial sufrió un giro tan brusco, cambiando la faz de los ambientes laborales, fue durante el famoso “crack” inmobiliario del 2008. Su epicentro, Estados Unidos, adoptó un concepto laboral que, a la fecha, tiene 150 millones de trabajadores laborando bajo ese nuevo régimen, repartidos geográficamente entre América del Norte y Europa.
Esos “freelancers” son parte de la llamada “gig economy”, concepto cuya etimología viene de la jerga musical inglesa “gig” que se refiere a las actuaciones cortas que realizan los grupos musicales. El término fue descontinuado por estudios económicos formales gracias a la eventual regularización de la economía, pero hoy, más de 20 semanas dentro del distanciamiento social, el término está recobrando fuerza, esta vez unido por su naturaleza a las plataformas que habilitan el home office.
Al estructurar un ambiente de trabajo en línea en la actualidad, es importante tomar en cuenta a estos agentes libres, pues su trabajo se centra alrededor de tareas singulares, proyectos o periodos cortos de tiempo, obligándonos a encontrar una versatilidad en nuestras soluciones digitales para estar a la par y poder aprovechar los beneficios que traen consigo. ¿Por qué esta forma de trabajo es tan importante? ¿Cómo podemos estar listos para su inclusión?
Los trabajadores libres.
Lamentablemente la crisis económica que ha traído consigo el COVID-19 ha resultado en números alarmantes de despidos mientras las compañías contraen sus fuerzas laborales, ajustándose a las pérdidas económicas que hayan sufrido. Ese número de desempleados, a la par con el hecho de que el trabajo no se redujo (incluso aumentó en algunos casos) deja en claro la necesidad de adaptar nuestros espacios para incluir ambos trabajadores fijos y libres.
“Los equipos híbridos resultantes al combinar personal de planta con externos gozan de la experiencia de ambas partes y una gran capacidad para adaptarse a los cambios. Las soft skills características de los freelancers, como el trabajo en equipo, la comunicación, negociación, toma de decisiones y administración del tiempo, cobrarán más valor en este nuevo escenario laboral”. Por todas estas ventajas y, por supuesto, la contratación temporal que significa un ingreso económico, aunque sea por un tiempo limitado, atrae al 31% de la fuerza laboral mexicana según un estudio de Workana.
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¿Qué nos separa entonces de aplicar este beneficioso modelo en México? Para empezar, el hecho de que solamente 2 de cada 10 empresas estaban listas para asumir funciones en “home office’’, según la UNAM, combinado con la brecha generacional en puestos gerenciales, donde la mayoría de los trabajadores más experimentados están renuentes a adquirir la educación tecnológica necesaria que permita la transición hacia aplicaciones y plataformas que transformen al “home office’’ en una experiencia fluida.
Así, la flexibilidad y la comunicación online se vuelven los pilares básicos en esta nueva “gig economy”, aunque la ciberseguridad no se queda atrás. Recordemos que, al tener que integrar equipos de cómputo personales por poco tiempo a una red de trabajo en línea, poseer soluciones de ciberseguridad versátiles que puedan garantizar la confidencialidad de la información mientras es tratada por agentes libres en intervalos de tiempo reducidos, es crucial. De igual manera, las herramientas de comunicación dedicada para empresas con dispersión geográfica alta son una obligación, especialmente para quienes buscan que el talento temporal tenga una diversidad y habilidades de primer nivel.
En Alestra combinamos la tecnología y el talento humano para lograr ofrecer soluciones integrales que faciliten su implementación en los nuevos modelos de ambientes laborales; colaborativos y a distancia. Ahí es donde la necesidad de un cambio de mentalidad es más apremiante, para seguir nutriendo las competencias laborales todos los colaboradores, llegando al éxito de cualquier proyecto durante esta nueva realidad laboral.
Fuentes:
