En septiembre de 2018, Facebook dio a conocer que la información personal de 50 millones de usuarios fue sustraída ilegalmente de sus bases de datos. La filtración comenzó en el año 2017 y se detectó hasta un año después. Al día de hoy no se sabe quién realizó el ataque ni el objetivo del mismo, pero se sabe que los datos sustraídos incluyen los nombres y ubicación de los usuarios.
El escándalo demostró lo expuesta que está nuestra información en el internet y cómo empresas tan grandes como Facebook pueden ser vulnerables a este tipo de ataques exponiendo a sus consumidores.
La preocupación sobre la privacidad y el cuidado de la información incrementa sustancialmente cuando nos damos cuenta de la cantidad de dispositivos electrónicos que actualmente son compatibles a plataformas digitales como Facebook. El robo de datos puede ocurrir en celulares, tabletas, computadoras de escritorio y laptops. Estas preocupaciones y retos solo seguirán en aumento con la llegada de las nuevas tecnologías. Un reporte de la firma Price Waterhouse Coopers indica que uno de los retos más grandes que tendrán las tecnologías de la Industria 4.0, como la automatización, la nube o la interconexión con objetos del día a día, serán las inquietudes con la privacidad.
Entre estas tecnologías se encuentra el Internet de las Cosas (IOT por sus siglas en inglés); que ha prometido ser una herramienta con mucho potencial para las empresas y los consumidores. El IOT es una red de dispositivos y productos de la vida diaria conectados entre ellos por medio del internet para una interacción e intercambio de datos y ofrecer al consumidor una mejor experiencia. Inicialmente, la conexión de dispositivos se reducía a laptops, celulares y computadoras; pero en los últimos años han salido al mercado lámparas, aparatos de cocina, relojes, televisiones y muchos más elementos capaces de conectarse a la red.
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Matthew Evans, programador de IOT menciona que, gracias a la interconectividad de los dispositivos es posible, “obtener información, analizarla y tomar acciones” para ayudar a las personas o empresas a tener mejores experiencias de uso o alcanzar metas. Al interconectar una enorme cantidad de aparatos se puede adquirir muchísima información que permita hacer más eficiente la toma de decisiones y reinventar la manera en que las compañías ofrecen servicios y productos.
Sin embargo, junto a los beneficios también hay riesgos y amenazas potenciales. La conectividad hace que todos los dispositivos sean blanco de ataques cibernéticos de los cuales se pueda extraer información personal de usuarios y datos confidenciales. Un reporte de la consultora Juniper sobre la filtración de información arroja que, aunque en este momento el hackeo de dispositivos IOT es poco redituable, se ha reportado un incremento en el número de ataques a estos dispositivos.
Entre las preocupaciones principales está la poca seguridad con la que algunas empresas manufacturan sus productos. No todos los productos cumplen con estándares de seguridad que protejan la información de los consumidores de robos o filtraciones. Además, los dispositivos generarán miles de gigabytes de datos sobre las actividades diarias de los usuarios. Esta cantidad de información puede ser presa de robos o de malos uso si no hay una gestión, encriptación y regulación eficiente.
Afortunadamente, hay recomendaciones que los consumidores pueden llevar a cabo para tener un mayor nivel de control sobre sus dispositivos IOT y protegerse de las amenazas digitales que deambulan por la red:
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En Alestra vemos a las nuevas tecnologías como una oportunidad y no como una amenaza. Por esta razón buscamos ofrecer a nuestros clientes las mejores innovaciones en servicios tecnológicos, teniendo en cuenta la importancia de la privacidad y protección de sus datos e información.