Los avances en la tecnología que nos trae el internet todos los días han sido monumentales. En menos de 20 años, hemos evolucionado nuestra interconectividad celular desde la primera generación (1G) donde nuestros móviles tenían solamente la capacidad de hacer llamadas, pasando por la segunda (2G) con los SMS, la tercera (3G) que vio la primera incorporación del internet, hasta llegar a la actual (4G LTE) que permite la reproducción de videos en tiempo real (streaming), avance que hoy es tomado por cotidiano pero que hace menos de dos décadas estaba fuera de lo posible.
La siguiente generación se concretará y ni las guerras tecnológicas entre China y EUA, ni las teorías conspirativas que se le adjudican la detendrán. Sin embargo, ¿existen riesgos reales que vengan con la implementación de esta innovación tan publicitada y anticipada? ¿Exactamente en qué cambiará el internet y cómo afectará a nuestras vidas cotidianas?
Ventajas y riesgos
Sin entrar a los pormenores, el propósito de la quinta generación de redes móviles es un aumento de velocidad considerable en el servicio. Se proyecta que podrá aumentar a 10GB/s (10 gigabytes por segundo), es decir 10 veces más rápido que las principales ofertas de fibra óptica presentes en el mercado actual.
Esto viene combinado con una reducción en su latencia (tiempo de respuesta) que la disminuye a 5 milisegundos, un intervalo de espera tan pequeño que se vuelve imperceptible para los seres humanos, permitiendo por ejemplo considerar una visión realista de automóviles o camiones verdaderamente autónomos.
El número de dispositivos que se podría conectar a la red también aumentará, permitiendo que, desde electrodomésticos, pasando por mobiliario urbano y llegando incluso a máquinas implementadas en sectores especializados, como la agricultura o la medicina, puedan interactuar entre sí en tiempo real.
¿Existen riesgos que vengan de la mano con tanta mejora? Una búsqueda rápida en Google podría hacernos creer que sí, pues docenas de sitios citan a la Organización Mundial de la Salud, que clasificó a la nueva tecnología como “cancerígeno nivel 2B” y, aunque esto puede sonar aterrador de inicio, un poco más de investigación revelará que dicha categoría se le atribuye también a sustancias como el café. Así que, si hoy empezaste tu día con una taza caliente de tu café favorito, no hay mucho que temer.
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Otras afirmaciones sobre la nueva tecnología emitidas por organizaciones pseudocientíficas o figuras públicas desinformadas son aún más engañosas llegando a ser potencialmente peligrosas, pues llevan a algunas personas a creer en teorías sin fundamento que sí pueden poner en riesgo su salud, un ejemplo reciente son las conspiraciones respecto a la COVID-19.
Lo que sí es cierto, es que un aumento en la velocidad y disponibilidad de las redes móviles mundiales vendrá acompañado de la necesidad de soluciones de seguridad informática, que puedan estar a la par de la nueva generación y proteger a todos los usuarios que usarán sus nuevas capacidades.
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Fuentes:
https://www.xataka.com/basics/que-5g-que-diferencias-tiene-4g